La gran empresa de la Real Calcografía : Retratos de los Españoles Ilustres (1791-1820)

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Retratos de los españoles ilustres: con un epítome de sus vidas (Madrid : en la Imprenta Real de Madrid, siendo su regente D. Lázaro Gayguer, 1791) U/Bc 00565

En 1789, la Real Calcografía española, inicia su trayectoria con un proyecto para divulgar los retratos de aquellos españoles que habían destacado en los campos de las letras, artes, gobierno y ejército.

La serie había sido proyectada por la Secretaría de Estado, en 1788, bajo patrocinio Real e impulsada por Floridablanca, un proyecto que sería continuado por Aranda y Godoy. El proyecto era de tal envergadura que iba a ocupar durante casi 30 años recursos, talleres, pintores, grabadores de la Real Academia, Imprenta Real y Calcografía.

«A Manuel Salvador Carmona, director de grabado de la Real Academia de San Fernando, se le pidió un informe en el que constaran los grabadores que podrían hacerse cargo de tan magna obra. Carmona propuso a los de «más mérito»: Fernando Selma, Francisco Muntaner, Joaquín Ballester y Juan Moreno Tejada, si bien este último no podía encargarse de nada hasta que terminara las láminas del Tratado de artillería, de Tomás de Morla. También propuso a Mariano Brandi y a Joaquín Pro, cada uno de los cuales podría hacer, bajo su dirección, hasta cuatro retratos al año. Añadía que se pagara a cada grabador por lámina hecha, en vez de asignar una cantidad mensual. Manuel Monfort sugirió para cada lámina, «trabajada con todo primor», el pago de 3.600 a 4.000 reales. Finalmente se decidió que fueran 440 reales por cada dibujo y 3.000 por lámina.» ( vid. Juan Carrete Parrondo (2008) )

Se realizaron un total de 114 retratos en formato gran folio 430 x 300 mm (caja de impresión variable aprox. 370 x 260 mm) sobre papel ( filigrana Fm Gvarro y Rimaud [Grimaud?] de gran calidad siendo el de las planchas de mayor grosor; realizados en talla dulce, con aguafuerte y buril sobre plancha de cobre. Cada lámina va acompañada de una sucinta biografía.

 

La serie fue publicada en 19 cuadernos cada uno con seis retratos. Al primero, editado en 1791, precedía un prólogo, escrito por José Castañeda y un aviso que daba cuenta del carácter e importancia que se concedía a la obra.

Entre 1791 y 1795 se publicaron los ocho primeros cuadernos, el 9 en 1796, el 10 y 11 en 1797, el 12 en 1798, el 14 y 15 en 1802, el 16 en 1804, el 17 en 1805, el 18 en 1806 y el 19 en 1819. Entre 1882 y 1889 se añadió un nuevo cuaderno con 6 retratos.

Desde el primer momento el gobierno ejerció un control directo sobre la publicación. Dada la dimensión propagandística y patriótica del proyecto, se ejerció una rigurosa censura tanto sobre los dibujos como sobre los textos. El elenco y biografías de los personajes elegidos como ilustres proporciona una idea clara del proyecto: la fijación de un canon histórico, político, militar, artístico y literario y de una representación iconográfica (que en buena medida marcará las pautas continuadas en los siglos siguientes).

En el prólogo se anuncia otra colección con los monarcas, para explicar, en esta, su ausencia. También es de notar, en el conjunto de todos los cuadernos, la ausencia absoluta de mujeres.

Nota anuncio al final del prólogo

La publicación y su ritmo de producción acusan la caída del Conde de Floridablanca; la Guerra en la Península, y las zozobras primeras del reinado de Fernando VII. La última serie obedece al primer impulso nacionalizador  y proyecto de elaboración historiográfico de la Restauración Canovista.

«La mayor parte de los epítomes biográficos fueron redactados por Antonio de Capmany, en una primera etapa, y por el conde de Castañeda de los Lamos, después. Pero también hay constancia de otros autores como Manuel José Quintana –quien el 31 de diciembre de 1797 recibía 1.200 reales por su colaboración en la empresa–, Juan Antonio Enríquez –autor de la biografía de José del Campillo– o Juan Ramírez Alamanzón –a quien Cevallos le encargó la biografía del conde de Gondomar–.» ( Juan Carrete Parrondo (2008) )

El ejemplar de la Biblioteca de Santa Cruz contiene, en magnífico estado, las 114 láminas de las series originales (1791-1820) y noticias biográficas, encuadernadas por junto, con el prólogo y presentación.

En los grabados son de admirar el preciosismo en ropajes, armaduras, y lo conseguido de los rostros, manos, ojos y expresión. Los grabados representan a: 4. Antonio de Leyva ; 5. Ambrosio de Morales ; 6. Juan de Mariana ; 7. F. Lope Félix de la Vega Carpio ;

8. Antonio de Solís ; 9. Nicolás Antonio ; 10. Gil Carrillo de Albornoz ; 11. Gonzalo Fernández de Córdoba ; 12. Fernando Álvarez de Toledo (Gran duque de Alba) ; 13 Arias Montano ; 14. Francisco de Quevedo y Villegas ; 15. Juan de Ferreras ; 16. Hernán Cortés ; 17. Garcilaso de la Vega ; 18. Alonso de Ercilla ;

19. Pedro Calderón de la Barca ; 20 Miguel de Cervantes Saavedra ; 21. Joseph Patiño ; 22. Antonio de Nebrixa ; 23. Pedro Menéndez de Avilés ; 24. Sancho Dávila ; 25. Álvaro de Bazán ; 26. Antonio Agustín ; 27. Juan de Austria (hijo Felipe IV) ; 28. Fray Luis de Granada ; 29. Martín de Azpilcueta y Navarro ; 30. Luis de Góngora ; 31. Bernardino de Rebolledo ; 32. Juan de Austria ; 33. Pedro Chacón ; 34. Alonso Tostado ; 35. Juan Luis Vives ; 36. Diego Hurtado de Mendoza ; 37. Gerónimo de Zurita ; 38. Diego de Saavedra Faxardo ;

39 Álvaro Joseph Navia Osorio ; 40. Fray Luis de León ; 41. Juan de Palafox ; 42. Luis de Requesens ; 43. Francisco Valles ; 44. Juan de Rivera ; 45. Bartolomé Leonardo de Argensola ; 46. Juan de Ávila ; 47. Diego de Covarruvias ; 48. Fray Joseph de Sigüenza ; 49. Diego Mesía y Guzmán ; 50. Tomás Vicente Tosca ; 51. Juan de Urbina ; 52 Hugo de Moncada ; 53. Juan Martínez Siliceo ; 54. Bartolomé de Carranza ; 55. Antonio Covarruvias y Leyva ; 56. Antonio Pérez ; 57. Josef Pellicer ; 58. Hernando de Alarcón ; 59. Pedro González de Mendoza ; 60. Melchor de Macanaz ; 61. Francisco Ximénez de Cisneros ; 62. Vasco Núñez de Balboa ; 63. Josef Carrillo de Albornoz ; 64. Rodrigo Ximénez ; 65. Juan de Torquemada ; 66. Diego García de Paredes ; 67. Francisco Pizarro ; 68. Santo Tomás de Villanueva ; 69. Hernando de Soto ; 70. Pablo de Céspedes ; 71 Juan de Herrera ; 72 Joseph Ribera ; 73. Diego Velázquez ; 74. Alonso Cano ; 75 Bartolomé de Murillo ; 76. El Cid Campeador ; 77. Alonso Pérez de Guzmán (Guzmán el Bueno) ; 78. Íñigo López de Mendoza , Marqués de Santillana ; 79. Juan Ginés de Sepúlveda ; 80. Francisco Salinas ; 81. Benito Gerónimo Feijoo ;

82. Álvaro de Luna ; 83. Andrés Laguna ; 84. Fernando Nuñez de Guzmán ; 85. Bartolomé de las Casas ; 86. Francisco Sánchez (el Brocense) ; 87. Alfonso de Villegas ; 88. Nuño Núñez Rasura ; 89. Laín Calvo ; 90. Pedro Navarro ; 91. Juan Bautista Pérez ; 92. Gerónimo Gómez de Huerta ; 93. El Conde Duque de Olivares ;

94. Fray Juan de Jesús María ; 95. Martín Bautista de Lanuza ; 96. Pedro Fernández de Castro (Conde de Lemos) ; 97. Vicente Espinel ; 98. Jorge Juan ; 99. Antonio de Ulloa ; 100. Pablo de Santa María ; 101. Diego Laynez ; 102. Fray Gerónimo Gracián ; 103. D. Josef del Campillo ; 104. Francisco de Mendoza y Bobadilla ; 105. Alfonso de Cartagena ; 106. Pedro Fernández de Velasco ; 107. Juan Sebastián de Elcano ; 108. Melchor Cano ; 109. Alfonso Salmerón ; 110. Bernardo de Balbuena ; 111. Felipe Gil de Taboada ; 112. Diego de Álava y Beaumont ; 113. Diego Sarmiento de Acuña ; 114. Pedro de Ribadeneyra ; 115. Pedro de Quevedo y Quintano (obispo de Orense) ; 116. Pedro Rodríguez Campoamanes ; 117. José Moniño (conde de Floridablanca).

El ejemplar de Santa Cruz presenta un sello en una de las hojas de respeto que lo identifica como proveniente de la Biblioteca de Osuna.

Notas:

    • Ejemplar digitalizado en UVaDoc U/Bc 00565
    • Allo Manero,María Adelaida (2014) : «El ejemplar «Retratos de personajes españoles ilustres con un epítome de sus vidas» de la Biblioteca de la Universidad de Zaragoza» en Estudios de información, documentación y archivos: homenaje a la profesora Pilar Gay Molins / Pilar Gay Molins (hom.), ISBN 978-84-16028-86-3, págs. 25-40 ( https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4773746 )

    • Carrete Parrondo, Juan (2008) : Retratos de los Españoles Ilustres con un epítome de sus vidas, Madrid, Imprenta Real y Real Calcografía, 1791 -.[1819] (con un  Catálogo de los Retratos) en arteprocomun 

    • Molina, Álvaro (2016) : «Retratos de Españoles ilustres con un epítome de sus vidas. Orígenes y gestación de una empresa ilustrada» en Archivo español de arte, ISSN 0004-0428, ISSN-e 1988-8511, Tomo 89, Nº 353, 2016, págs. 43-60. DOI: 10.3989/aearte.2016.04 ( https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5435152 )

    • Wikisource. Estampas y transcripción de textos.

Bibliotecarias imperfectas

Grabado de «Historia Scholastica» de Petrus Comestor (Sign.: U/Bc BU 09315)

Dice Borges en su Biblioteca de Babel que el hombre es un “imperfecto bibliotecario”. Quienes trabajamos en bibliotecas tratamos de pulir esa imperfección ordenando y clasificando lo inordenable. Todo con el afán de facilitar la búsqueda y recuperación de información en océanos de papel, tinta o ceros y unos, dentro de esa “Biblioteca interminable” de la que hablaba el autor.

Interminables son también los bibliotecarios que nos han precedido, desde Calímaco, hacedor del que se supone fue el primer catálogo de la historia, (el de la Biblioteca de Alejandría), hasta Octavio Paz, que dirigió la Biblioteca Nacional de México o el mismo Borges la de Argentina.

En el ámbito más cercano, hemos de homenajear a María Moliner quien, a pesar de ser vetada por la RAE, elaboró el diccionario más completo de uso del español. Tras aprobar las oposiciones para el Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, fue la primera mujer que entró a trabajar en el Archivo de Simancas. También participó en las Misiones Pedagógicas a través de la Institución Libre de Enseñanza, llevando las bibliotecas al mundo rural de la España de los años 30.

También Gloria Fuertes, denostada en vida por sus apariciones televisivas y reivindicada últimamente, estudió Biblioteconomía e Inglés en el Instituto Internacional de Madrid, donde ocupó el cargo de bibliotecaria desde 1958 hasta 1961, cuando recibió una beca Fullbright para impartir clases en la Universidad de Bucknell, Pensilvania. Según ella: «Una biblioteca es como una segunda casa para las personas que leen libros. En la biblioteca están todos los libros y puedes leerlos gratis. Dentro de una biblioteca se cura la ignorancia, los libros son para la mente como las tiritas para las heridas. Las bibliotecas son tan importantes que tendrían que estar por todas partes, como las farmacias

Más recientemente Gloria Salmerón, que dirigió la Biblioteca Nacional entre 2010 y 2013 y presidió la IFLA entre 2017 y 2019, llegó a ser galardonada por la institución con el título de integrante honoraria por sus aportes en el ámbito bibliotecario. También recibió la medalla de honor de ANABAD, la Federación española de asociaciones de archiveros, bibliotecarios, arqueólogos, museólogos y documentalistas.

Fotograma del personaje de Barbara Gordon en la serie «Batman»

No es casualidad que dos superheroínas como batgirl y catwoman fueran bibliotecarias: https://lanetaneta.com/la-spider-woman-original-olvidada-de-marvel-era-una-bibliotecaria-negra/

Y es que en realidad facilitar a los usuarios la información que necesitan es un superpoder que cambia vidas…Pura magia.

Es una misión imposible explicar a alguien poco familiarizado con el mundo bibliotecario y la información en qué consiste nuestro trabajo. Uno de los lugares comunes y broma recurrente (de complicada gracia y encaje) es decir que dedicamos la jornada laboral a leer. Puede que Marcel Proust llegara a encarnar este tópico pues, nacido en una familia acomodada, tuvo como único trabajo conocido (gracias a los contactos de su padre) el de bibliotecario en la Biblioteca Mazarina de París. Dicen que dedicaba gran parte de la jornada a hojear los libros del Cardenal Mazarino y, sin que sirva de precedente, se puede aceptar su actitud ya que el cargo era honorario y no estaba dotado de sueldo.

En el caso de esta Biblioteca hemos de recordar a Saturnino Rivera Manescau que publicó “Papeles pertenecientes al Colegio Mayor de Santa Cruz de Valladolid” y describió la sección de Incunables y Raros bajo la dirección de Alcocer en “Catálogos de la Biblioteca Universitaria y Provincial (Santa Cruz) de Valladolid”.

Biblioteca Histórica de Santa Cruz, 1865. (Archivo Municipal de Valladolid)

Mariano Alcocer Martínez dirigió la Biblioteca Universitaria desde 1917 a 1929 y reorganizó los libros de la Histórica dotándolos de un numero currens para aprovechar al máximo el siempre escaso espacio disponible. Debido al fallecimiento inesperado del director del Archivo de Simancas, desde 1922 simultaneó su cargo con la dirección interina del Archivo.

También es autor de “Historia de la Universidad de Valladolid (Valladolid, 1921-1923)”, obra dividida en 5 volúmenes y “Catálogo razonado de obras impresas en Valladolid 1481-1800”, publicado en 1926.

Umberto Eco comprendió a la perfección el oficio de bibliotecario (sin ser él nada de eso), y lo reflejó en «El nombre de la rosa» donde dice: «El libro es una criatura frágil. Sufre el paso del tiempo, el acoso de los roedores y las manos torpes, así que el bibliotecario protege los libros no sólo contra el género humano sino también contra la naturaleza, dedicando su vida a esta guerra contra las fuerzas del olvido«.

Gracias pues, a quienes encarnaron el oficio en el pasado y sigamos protegiendo la información y los libros (en cualquiera de sus formatos) contra la naturaleza, el género humano y el olvido.

Adam Smith en su 300 aniversario (III) : La editora

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Los Santander fueron uno de los más importantes linajes de impresores de Valladolid, con una producción que se extiende desde la segunda mitad del siglo XVIII a las tres primeras décadas del siglo XIX.

El iniciador de la dinastía fue Thomás de Santander, impresor y librero radicado en Valladolid (17??-1782), que se había formado en la Imprenta de su suegro Alonso del Riego (impresor de la Real Universidad de Valladolid).

Fallecido Del Riego, sus herederos continúan con el negocio con la marca «Herederos de Alonso del Riego» a partir de 1761 (Alcocer 1361 p. 491). Muerta Tomasa del Riego, esposa de Thomás de Santander, en 1763 y después de algunos pleitos y problemas derivados del reparto de la herencia (Palomares p. 47), Thomás de Santander se había establecido como librero e impresor independiente.

Los primeros libros impresos con su marca aparecen en 1763. Según Alcocer (Catálogo nº 1366 y 1367, p. 492). Serían una “Novena sagrada de nuestra señora de los Ángeles de la Hoz…” (48 p. 10 cm). Y las “Ordenanzas con que se rige y gobierna la República de la muy noble y leal ciudad de Valladolid. En las cuales se declaran todos los artículos, tocantes al pro común de ella..” (4h + 183 p. 20 cm. 8º)

En BDCYL

En estas últimas figura, a modo de presentación y propósito: “Volviéronse a imprimir estas ordenanzas quarta vez en 16 de Octubre 1763 a pedimento de Thomàs de Santander, tesorero de la Real Universidad e impresor de ella, quien por hacer este obsequio al común de la ciudad las imprimió a su costa”.

Thomás era además bedel de la Universidad de Valladolid, y proveedor para esta de libros, papeles, tintas y útiles de escritorio. A partir de ese 1763 sustituirá a Pedro Andrés García en el puesto de tesorero de la Universidad. En bastantes de sus publicaciones se titulará también como Tipógrafo de la Universidad.

U/Bc BU 08962

A la muerte de Thomás, en 1782, continúan con el taller familiar su segunda mujer María Benita Fernández Chiscano “que le sobrevivirá y prolongará la actividad de su difunto esposo como tesorera de la Universidad e impresora” (Palomares p. 45); y su hijos Mariano, Raimundo y Florencio.

[cfr. Palomares (1974): Imprenta e impresores de Valladolid en el siglo XVIII. p. 50]

El taller continuará bajo los nombres de: Herederos de Tomás Santander (1782-1783), Viuda de Tomás de Santander (1784-1787), Viuda e Hijos de Santander (1787-1800), Hermanos Santander (Raimundo y Mariano) (1800-1834). El tercer hijo, Florencio, dejará su marca como impresor en solitario entre 1785-87 mayormente en una serie de cartas y respuestas impresas de polémicas con el Diario Pinciano.

Al morir Mariano, en 1834, desaparece la «Casa Santander». Palomares calcula que Tomás Santander publicó unas 96 obras y sus sucesores, unas 154.

U/Bc LEG 12-1 nº 0956 

La mayor parte de la publicaciones tienen carácter institucional o “escolar”. Son por una parte ordenanzas, avisos, reglamentos, acuerdos, publicaciones de autor, comerciales y particulares, folletos, publicaciones para la universidad y de instituciones de la ciudad y por otra parte manuales, ediciones de clásicos, libros de referencia con algún interés para los estudios universitarios o la vida de la Universidad.

Los primeros libros impresos con la marca «Viuda de Santander», aparecerán a partir de 1784, y hasta 1800 (probablemente año de su muerte). Bajo su gobierno se publicarán algunos de los más interesantes volúmenes de la editora, imbuidos del espíritu de la ilustración y de las sociedades reformistas de Amigos del País, entre ellos la traducción de la obra de Adam Smith y diversos reglamentos, documentos y obras de interés general para la universidad y la ciudad:

U/Bc BU 12053

Notas:

  • Alcocer y Martínez, Mariano : Catálogo razonado de obras impresas en Valladolid 1481-1800 / por Mariano Alcocer Martinez. (Valladolid: Imprenta de la Casa Social Católica, 1926).
  • Establés Susán, Sandra : Diccionario de mujeres impresoras y libreras: de España e Iberoamérica entre los siglos XV y XVIII / Sandra Establés Durán, In culpa est, 5 (Zaragoza: Universidad, 2018) P. 268-69.
  • Floranes, Rafael. Memoria de los impresores de Valladolid desde el principio de la imprenta en esta ciudad hasta hoy / D. R. F. s.l: [s.n.], 1794. MS
  • Palomares Ibáñez, Jesús María : Imprenta e impresores de Valladolid en el siglo XVIII , Estudios y documentos, 34 (Valladolid: Universidad de Valladolid, 1974 ) P. 44-53

Serpientes de verano

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La expresión “serpiente de verano” se utiliza para referirse a las noticias intrascendentes que suelen poblar los medios de comunicación durante las fechas estivales. Este año la primera llegó antes que el propio verano: https://www.elconfidencial.com/espana/cataluna/2023-06-19/rescatan-gran-serpiente-barrio-corts-barcelona_3668133/

Pocos animales tienen tanta carga simbólica como la serpiente. Para los egipcios era sinónimo de poder, en la tradición cristiana representa el pecado pero también se relaciona con el renacer por el cambio de piel, la curación y la sabiduría.

En “Historia natural, general y particular…” el biólogo Georges Louis Leclerc, conde de Buffon, hizo un repaso en 36 volúmenes del mundo natural conocido en aquel momento. En el tomo XXII se ocupa “de las culebras” y varias de las especies están ilustradas con maravillosos grabados coloreados.

Asimismo, Joannes Jonstonus (John Jonston) en su Enciclopedia zoológica “Historiae naturalis” se ocupa de las serpientes en el tomo “De insectis libri III de serpentibus et draconibus libri I”.

El Génesis describe la serpiente como “el más astuto de todos los animales salvajes que Dios había creado” para contar a continuación cómo instigó a Eva para que comiera del árbol prohibido.

En «Mundus symbolicus«, el abad milanés Filippo Picinelli reúne las leyendas y símbolos de la tradición oral y literaria. En él encontramos este grabado del «pecado original», donde también aparece la serpiente enroscada en el árbol del conocimiento.

También en el Beato de Valcavado la serpiente aparece representada junto a Adán y Eva en el Jardín del Edén, en posición vertical hablándole a Eva al oído.

Detalle del mapamundi Ms 433 (Beato de Valcavado)

Es habitual ver serpientes en las marcas de impresores. Sirvan como ejemplo:

Marca de impresor de Jean Crespin donde aparece una mujer con cuerpo de serpiente

Marca de impresor de Michel Sonnius

Marca de impresor de Vincenzo Valgrisi

Por otra parte el ouroboros, del griego «ουροβóρος» («oura»: cola y «boros»: comer) es un símbolo que representa a una serpiente mordiéndose la cola y que han utilizado prácticamente todas las civilizaciones antiguas. Sin entrar en leyendas, su figura significa un ciclo de evolución, la constante destrucción y regeneración de la naturaleza. Cada cultura lo adaptó a su manera, pues mientras que para los vikingos representaba a un dios, para los egipcios era símbolo del caos y el orden y la renovación que surge de él. También los alquimistas lo adoptaron como representación de la naturaleza circular de sus obras.

Podemos encontrar un grabado de esa figura circular, en este caso formada por dos serpientes, en el «Vlyssis Aldronandi patricii Bononiensis Monstrorum Historia«, donde el científico y naturalista Ulisse Androvandi describe diferentes monstruos representados en xilografías.

Adam Smith en su 300 aniversario (II) : El traductor

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Resulta siempre interesante sumergirse en alguno de los tratados y manuscritos sobre economía de los ilustrados españoles. Aquellos que se produjeron y circularon entre mediados del siglo XVIII y las primeras décadas del siglo XIX; y que se olvidaron, sepultados por la agitada historia inmediatamente posterior; desdibujadas sus propuestas por los enormes cambios y la rotura cultural, social, política y económica acontecida en esas décadas.

Una figura destacada, y relacionada con Valladolid, es la del economista e ilustrado, identificado con el liberalismo económico y traductor de Adam Smith, José Domingo Alonso Ortiz Rojo (1755-1815).

Natural de Granada y Bachiller por esta Universidad en Teología (1774) y Derecho Civil (1778), lo sabemos residiendo en Valladolid desde septiembre de 1781, donde continúa formándose con el abogado Pedro Reboles y Zúñiga (poeta, dramaturgo, juez de la Chancillería y Catedrático de Sexto en la Universidad de Valladolid). Examinado por la Real Chancillería en 1782, obtiene licencia para ejercer como abogado. Se incorpora al Corregimiento de Valladolid como asesor de Bernardo Pablo de Estrada, trabajando en operaciones con el Banco de San Carlos. En 1784 accede al Supremo Consejo de Castilla y trata con Campomanes, Godoy y Jovellanos.

Su dominio del inglés marcará su trayectoria. Traductor de los poemas de Ossian y divulgador de la recreación de Macpherson que tanto influiría en el joven Walter Scott , en J.W. von Goethe (quien traduciría al alemán parte de las obras de Macpherson recreando la escena en Werther), en Johann Gottfried Herder y en Eduardo Pondal. En 1788 saldría el primer (y que conozcamos, único) volumen de estas pioneras traducciones al castellano con versión en prosa y verso:

Obras de Ossian: poeta del siglo tercero en las montañas de Escocia ; traducidas del idioma y verso galico-celtico al ingles por el celebre Jaime Macpherson; y del inglés a la prosa y verso castellano por Joseph Alonso Ortiz; con la ilustración de varias notas históricas; tomo I .- Valladolid: Imprenta de la Viuda e Hijos de Santander, 1788.-

(Disponible en UVaDoc BU_04760.)

Alonso traducirá también la obra del reverendo Alban Butler, Vida de los Padres, Martyres y otros principales Santos, que se imprimió en XII volúmenes también en Valladolid, por la Viuda e hijos de Tomás Santander entre los años 1789, y 1791. En ese último año también aparece publicada su traducción de la obra póstuma de Butler, Fiestas Movibles, ayunos y otras observancias y ritos anuales de la Iglesia Católica.

En 1794 publicó en cuatro volúmenes la traducción prácticamente completa de la Investigación de la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones, para cuyo autor, guarda múltiples elogios. Consiguió la licencia correspondiente para publicar la obra no sin aplicar ciertas prevenciones y dedicar la publicación a Godoy para eludir la censura. 

[Disponible completa en UVaDoc]

Dos años después de publicar esta traducción escribió el Ensayo Económico sobre la Moneda-Papel, impreso por patrocinio del monarca. «Obra muy notable en materia monetaria, aunque confusa».

Sus trabajos llamaron la atención del anglófilo titular de Hacienda, Diego María Gardoqui, siendo comisionado para la elaboración de un dictamen y resumen de las Leyes Comerciales de Europa que nunca fue publicada.

En 1796 Gardoqui le ofrece un puesto como secretario de la Embajada de España en Turín. Muerto, poco después, su mentor prosigue como encargado de negocios en la ciudad piamontesa, hasta la invasión de Napoleón en 1798. En 1803 es nombrado Cónsul general y encargado de negocios en Argel.

En 1805 se comienza a publicar en Valladolid, por la viuda de Tomás Santander, la segunda edición «muy corregida y mejorada» de la Investigación de la Naturaleza y causa de la Riqueza de las naciones (U/BC BU 07938-079341). Esta traducción fue prácticamente la única disponible en castellano, hasta  que se publicó en 1956 la de Amando Lázaro Ros.

Invadida la península por los franceses, se pone al servicio de la Junta Central y se declara partidario de las Cortes de Cádiz. En 1808 es nombrado cónsul general en Londres por la Junta Central; solo consigue llegar a su destino en 1809 y en esta ciudad pasa sus últimos años de vida, falleciendo en 1815.

***

Para saber más sobre el autor y su obra es muy recomendable la pequeña nota de Pedro Schwartz en el de Diccionario Biográfico electrónico (DB~e) de la Real Academia de la Historia.

 

 

 

Adam Smith en su 300 aniversario (I) Las ediciones

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Adam Smith por James Tassie, 1787 (Wikipedia)

En fecha incierta de la primavera de 1723, nació en el condado de Fife en Escocia, el que después sería considerado padre de la Economía moderna y uno de los pensadores más influyentes de la época contemporánea.

Su notable popularidad y la inmediata repercusión de su obra se ejemplifican con la presencia de las primeras ediciones de sus obras en las bibliotecas europeas y en las diversas traducciones.

De Adam Smith posee nuestra Biblioteca Histórica varias obras, tanto en lengua original y publicadas en vida del autor, como en francés; así como también las primeras traducciones al castellano de su obra más conocida.

En inglés:

The Theory of Moral Sentiments or, an Essay Towards an Analysis of the Principles by Which Men Naturally Judge Concerning the Conduct and Character, First of Their Neigbours, and Afterwards of Themselves. To Wich Is Added a Dissertation on the Origin of Languages / by Adam Smith … The fourth edition. London: printed for W. Strahan … [et al.], 1774.

U/Bc 07104

An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations / by Adam Smith … ; in Three Volumes : Vol. I [-II]. The fourth edition. London: printed for A. Strahan ; and T. Cadell, 1786.

U/Bc 08720 y U/Bc 08721

La traducción de Jean-Antoine Roucher al francés en 1790 :

Recherches Sur La Nature et Les Causes de La Richesse Des Nations, Traduites de L’anglois de M. Smith, Sur La Quatrième Edition Par M. Roucher … ; Tome Premier – [quatrième]. A Paris: Chez Buisson, Libraire …., 1790. Print.

U/Bc BU 04718 a U/Bc BU 04721

Especialmente destacan las primeras traducciones en lengua castellana de su obra más conocida. La de Carlos Martínez de Irujo de 1792 sobre el compendio de Condorcet, con algunas supresiones advertidas por la Inquisición (la traducción francesa de la obra estaba en el Index librorum prohibitorum de la Iglesia Católica).

Compendio de la obra inglesa intitulada Riqueza de las naciones / hecho por el Marqués de Condorcet ; y traducido al castellano con varias adiciones del original por Carlos Martínez de Irujo. Madrid: En la Imprenta Real, 1792. Print.

U/Bc BU 03062

Y las dos ediciones, en traducción de Alonso Ortiz, publicadas en Valladolid. La de 1794, en 4 volúmenes, del Fondo de la Biblioteca universitaria. Traducción prácticamente completa con una dedicatoria a Manuel Godoy. Realizada sobre la octava edición inglesa (1789), solamente modifica el texto en alguna pequeña variante en el capítulo que trata la usura. Incorpora numerosas notas con ejemplos aplicados a España, en el sentido del programa económico ilustrado. El texto se precede con dos preliminares y añade dos tablas de precios de grano en Castilla e Inglaterra y dos «Apéndices»: Noticia de las tasas del trigo y de la cebada que ha habido en España desde el reinado de don Alonso el Sabio y Sobre el Banco Nacional Español de San Carlos establecido en la Corte de Madrid.

Investigación de la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones / obra escrita en inglés por Adam Smith… ; la traduce al castellano … Josef Alonso Ortiz, con varias notas e ilustraciones relativas a España ; tomo I [-IV]. En Valladolid: en la Oficina de la Viuda e Hijos de Santander, 1794. Print.
U/Bc BU 01682 – U/Bc BU 01685

Que se encuentra digitalizada en el repositorio UVaDoc

Y la segunda edición de (1805-1806) también en 4 volúmenes que suprime las tablas de precio y los apéndices y añade la advertencia de haber sido «muy corregida y mejorada»; además añade la traducción del texto de Germain Garnier Breve exposición de la doctrina de Adam Smith comparada con la de los economistas franceses, y método para facilitar el estudio de su obra.

Aunque ya había traducciones al alemán, al francés y al italiano (1776, 1779-80 y 1780 respectivamente) la versión de Ortiz, que había tenido que superar la doble censura civil y eclesiástica, fue prácticamente la única en 150 años hasta que Amado Lázaro Ros hizo una nueva en 1956:

Investigación de la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones / escrita en inglés por Adam Smith ; y traducida al castellano por Josef Alonso Ortiz con varias notas y [sic] ilustraciones relativas a España. 2a ed. muy corr. y mejorada. Valladolid: [s.n.], 1805. Print.

U/Bc BU 07938 – U/Bc BU 07941

Retrato por John Kay – AdamSmith1790.jpg. Library of Congress, Public Domain. Wikipedia

Adam Smith (1723-1790)

Nació en el condado de Fife en Escocia. Su padre, fallecido pocos meses antes, había sido abogado, procurador, fiscal y jefe de la Aduana en Kirkcaldy, allí sería bautizado el 5 de junio de 1723.
Frecuentó la Escuela Burgh de Kirkcaldy, una de las mejores de Escocia en ese período, de 1729 a 1737, aprendió latín, matemáticas, historia y escritura. A la edad de 14 años, ingresó en la Universidad de Glasgow para estudiar filosofía. En 1740, ingresó en el Balliol College de la Universidad de Oxford para realizar estudios de posgrado.
Conoció a David Hume en 1750, quien se convirtió en su amigo. Ambos compartían afinidades intelectuales y lazos personales que se reflejaron en sus escritos sobre historia, política, filosofía, religión y economía.
Obtuvo una cátedra en la Universidad de Glasgow en 1751 enseñando lecciones de Lógica; y en 1752, fue elegido miembro de la Sociedad de Filosofía de Edimburgo.
En 1759, publicó ‘La teoría de los sentimientos morales’, que reunía las ideas y teorías filosóficas, éticas, psicológicas y metodológicas de Smith. La popularidad del libro alcanzó un éxito inesperado, tanto que muchos estudiantes se unieron a la Universidad de Glasgow para estudiar con él.
Honrado con el título de Doctor en Derecho en 1762 por la misma universidad. Dejó la academia para ser tutor del joven duque de Buccleuch, Henry Scott, en 1764. Durante más de dos años lo acompañó en su Grand Tour. En Francia frecuentó a Voltaire, Jean-Jacques Rousseau, François Quesnay, Anne-Robert-Jacques Turgot o Benjamin Franklin.
Elegido miembro de la Royal Society de Londres, en 1776, publicó ‘La riqueza de las naciones’. El libro fue un éxito inmediato y una referencia hasta hoy. Miembro fundador de la Royal Society of Edinburgh, en 1783; fue nombrado Lord Rector de la Universidad de Glasgow de 1787 a 1789. Falleció el 17 de julio de 1790.



PARA SABER MÁS:

Adam Smith 300 Year Anniversary. University of Glasgow

Efemérides: Adam Smith. Instituto universitario de historia de Simancas.

Reapertura y Semana de puertas abiertas para personal BUVa

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Después de un largo año en el que la Biblioteca ha estado cerrada debido a la necesaria renovación y adecuación de sus infraestructuras, luce ahora renovada imagen:

Con motivo de la reapertura se va a realizar una semana de puertas abiertas para el personal de la BUVa, la última semana de junio, del 26 al 30 de junio de 2023.

Para concertar la visita, que necesariamente será en grupos reducidos, escribid un correo a biblioteca.historica@uva.es

La reapertura de la biblioteca se ha realizado el día 31 de mayo con una rueda de prensa institucional, en la que han participado el Rector, Antonio Largo; el Vicerrector de Instraestructuras, Julio Grijalba; la Directora del Servicio de Bibliotecas de la UVa, Isabel Lecanda y el director de la Biblioteca Histórica, Ernesto Vázquez.

El acto fue organizado por el Gabinete de Comunicación de la Universidad de Valladolid. A la rueda de prensa siguió una visita en la sala de la Librería en la que participaron medios, autoridades e invitados.

Todos estos actos han sido destacados en la prensa local y televisión autonómica. Como hemos ido contando a través de nuestro Twitter: @BUVaSantaCruz.

Desde la Biblioteca queremos reiterar nuestros agradecimientos:

Al Rector y su equipo, en especial a Julio Grijalba Vice-rector infraestructuras, por su implicación.
A Leticia Santos Galende, anterior directora, que ha acompañado y sufrido toda la obra.
Al personal de la BHSC y al del Palacio de Santa Cruz, así como al personal de Mantenimiento de la UVa y al personal de Limpieza, sin cuya colaboración y consejos hubiera sido difícil coronar la obra.
Y a la memoria de Covadonga Matos Eguiluz, prematura e infelizmente fallecida, que inició todos estos proyectos y cuyos objetivos marcan todavía nuestro trabajo.

Si bien la Biblioteca Histórica tiene por misión: reunir, estudiar y conservar las obras anteriores a 1835 del importante patrimonio bibliográfico de la UVa, Santa Cruz es mucho más, su vieja librería Colegial se ha convertido en un Lugar de memoria. Un espacio simbólico diseñado para sobrecoger y perdurar.

Las mandas testamentarias del Cardenal; su organización, su ubicación privilegiada y diseño funcional siguiendo cánones humanísticos e ideas renacentistas; sus fondos y proyecto se destinaban, desde sus inicios (1479-1492) a perdurar en el tiempo.

Sensaciones que refuerza la fábrica de la librería barroca, completada en 1705, que ha llegado hasta hoy, probablemente como muestra del poder institucional y canto del cisne del Colegio.

La Actual Sección de Fondo Antiguo se ha ido reuniendo a lo largo de los siglos: se corresponde a diferentes épocas, circunstancias y peripecias.

El acceso a sus fondos está orientado a investigadores, que tienen disponible una Biblioteca auxiliar de referencia. La Biblioteca se encarga de divulgar este valioso patrimonio, orientar y facilitar información a sus usuarios. También proporciona reproducciones digitales para usos de investigación, a los que se puede acceder a través del repositorio UVaDoc.

La difusión comprende, además de los proyectos de Acceso libre a través de internet y reproducciones, la organización de visitas institucionales y académicas, exposiciones temáticas y cesión de fondos para exposiciones de otras instituciones.

Con motivo de la reapertura, cobra materialidad la exposición virtual Libros Malheridos, que se preparó para las III Jornadas de Gestión de Patrimonio Bibliográfico (Valencia, 2022), organizadas por el Grupo de Patrimonio Bibliográfico de REBIUN del que formamos parte.

Pero la Biblioteca tiene más que mostrar. Recorrer su espacio emociona. Sus piezas artísticas y arquitectura; la historia que contiene, la del cardenal y sus sueños humanísticos, la de sus fondos y la del Colegio de Sta. Cruz que en buena medida son -con sus cicatrices y vicisitudes – la de la Universidad, la del Conocimiento académico y en parte la de la ciudad de Valladolid.

Y si, como advierte el Libro Eclesiástico, que es de los sapienciales:

Sabiduría escondida y tesoro que no se puede ver, / ¿para que sirven uno y otro? (Libro Eclesiástico 20,32)

En la Universidad de Valladolid tenemos un pequeño templo del saber y un tesoro de libros que les invitamos a conocer y disfrutar.

Fotografías: Universidad de Valladolid

Ordenanzas militares de Carlos V [Manuscrito 053]

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Nuestro manuscrito MS 053 reúne un buen número de órdenes, instrucciones y patentes relativos a la organización militar del reinado de Carlos I principalmente y de su sucesor Felipe II.

Carlos V heredó el sistema militar de los Reyes Católicos: el ejército permanente peninsular estaba compuesto principalmente por las Guardias de Castilla y la Infantería de Ordenanza, mientras que el de Italia se basaba en las Coronelías. La Ordenanza de Génova de 15 de noviembre de 1536 es el principio de la organización formal de los Tercios del Ejercito de los Austria. Esta ordenanza vino a regular el dispositivo militar de la corona en Italia, dividiendo las fuerzas reales en tres tercios: un tercio en Nápoles y Sicilia, otro en Lombardía y el tercero, llamado de Málaga, en Niza. El primer tercio acabaría desdoblado: uno estacionado en Nápoles y el otro en Sicilia. Estos fueron los tercios que serían conocidos como los tercios viejos.

Los tercios, junto con la Armada, fueron el instrumento principal de la política exterior militar de la corona, (solo intervinieron en la península para sofocar la rebelión de las Alpujarras o en la conquista de Portugal). Los Tercios nuevos serán formados para combatir a lo largo y ancho de Europa y el Mediterráneo junto con los viejos e incluían soldados españoles, italianos, valones y alemanes; en el siglo XVII se formaron también tercios suizos e irlandeses.

Sobre la creación y organización de este ejército imperial conservamos en nuestra biblioteca una obra de gran interés: “Relaçion de la manera que se tiene en pagar la Gente de Guerra del ex[erci]to del enperador nuestro señor y los sueldos que cada naçion lleva y los ministros della y titulos que se les dan en Alemania, flandes y ytalia a) Alemania y flandes. Carrolus … (fol. 1) … dinero de mas (fol. 169)”. U/Bc MS 053.

Batalla de Pavía (1525) de Bernard van Orley (circa 1492–1542) (Tapiz, lana, seda, plata y oro.) (Wiki)

En el Manuscrito MSS 300 (ant. Sig.  Códice  E.136) de la Biblioteca Nacional, junto con la Ordenanza de Génova antes referida, se recogen órdenes, instrucciones y patentes que constituyen un documento único para la historia militar de España. Igualmente, nuestro manuscrito MS 053 reúne un buen número de escritos fechados entre 1536 y 1559, que corresponden al reinado de Carlos I principalmente y de su sucesor Felipe II, en los  que se dispone el pago de las tropas de Alemania, Flandes e Italia.

Contiene, además, títulos de nombramientos, de organización, de alojamiento de oficiales y tropa, de suministros y de pagos tanto de la infantería como de la caballería y la artillería. En conjunto son fuente importantísima para el conocimiento de la organización territorial, jerárquica y numérica de los primeros cuerpos profesionales que compusieron el Ejercito Imperial.

Post fata resurgo

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Post fata resurgo. Marca de impresor de Giovanni Manfré. Signatura: U/Bc BU 02882

Tras más de un año de cierre, por fin llegan a término los trabajos de mantenimiento en la Biblioteca Histórica. Y es que para conservar el contenido (los libros), hay que ocuparse también del continente. En ello hemos invertido todo este año, previa protección de los libros para resguardarlos de cualquier daño colateral. Tanto es así que, una vez salvaguardados los ejemplares y los cuerpos de la Librería Antigua (Alonso de Manzano, 1705), el espacio cobró otras dimensiones:

Tanto los libros como los espacios que los contienen son elementos vivos expuestos a todo tipo de avatares que pueden provocarles daños. Mediante las labores de mantenimiento se han adaptado los sistemas de iluminación y antiincendios del espacio (continente) a las exigencias actuales. Una de las misiones fundamentales como trabajadores de la Biblioteca Histórica es conservar el Patrimonio (contenido) para que puedan disfrutarlo futuras generaciones. Para ello, tan importante es prevenir posibles daños derivados de agentes externos, como asegurarnos de que las buenas intenciones se traducen en buenas prácticas.

Comparativa del antes y el después de los trabajos de pintura, iluminación, restauración y limpieza de los elementos de la estantería.

Con motivo de la reapertura, cobra materialidad la exposición virtual de Libros Malheridos,  https://biblioguias.uva.es/Biblioteca_Historica/Libros_Malheridos que se preparó con motivo de las III Jornadas de Gestión de Patrimonio Bibliográfico (Valencia, 2022), organizadas por el Grupo de Patrimonio Bibliográfico de REBIUN del que formamos parte.

Páginas emborronadas utilizadas para «hacer cuentas» y garabatos

Gelio, Aulo. Auli Gellii luculentissimi scriptoris Noctes Atticae. Lugduni: apud Seb. Gryphium, 1555. Signatura: U/Bc BU 06291

Hoja de guarda perteneciente al incunable 340, reaprovechada de un manuscrito, con letra capital mutilada

Albertus de Saxonia. Questio[n]es et decisio[n]es physicales insignium virorum : Alberti de Saxonia in Octo libros physicorum… Parisiis: vaenundantur in aedibus Iodoci Badii Ascensii & Conradi Resch, 1518.- [6], CCXIV, LX, [6] h.; 4º. Signatura: U/Bc IyR 340

Abril, 23

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Briasson, Antoine-Claude, Michel-Etiènne David, and André-François Le Breton. Recueil de planches, sur les sciences, les arts libéraux, et les arts méchaniques, avec leur explication : sixieme volume … A Paris: : chez Briasson …, David … Le Breton …, 1768. Signatura: U/Bc 12809

Luis Seoane, editor ilustrador, diseñador de capas, creador de marcas de colecciones, entendió el libro en la tradición de los grandes impresores clásicos como un objeto total en el que continente y contenido se conjugan en equilibrio. En el prólogo a su Segundo libro de tapas* dejó escrito:

Albert Skira, creador de libros de arte, de aquella espléndida revista que se llamó «Minotaure», aseguró, en el catálogo que conmemoraba sus veinte años de editor, que un bello libro no es obra de una sola persona, sino el fruto del esfuerzo de todos aquellos que trabajan en su elaboración. Son varios los artesanos que intervienen en la elaboración del libro y el esfuerzo es siempre de carácter colectivo. Cada libro tiene una historia, independiente del autor y del tema que trata. Una historia referida a su edición. Aquel libro que nació rico, que produjo seguramente un déficit en la contabilidad de la editorial, ahí está en una librería de última categoría, vendiéndose en lote con otros más modestos que corrieron igual suerte. «Tres libros por diez pesos» reza el cartel, sin importar nombre de autor, título o tema. El libro, aún en estas condiciones, mantiene su secreto interior, su historia oculta y una especie de dignidad que lo semeja en esas librerías, donde se vende en promiscuidad con discos y otros objetos, a la de aquellos hidalgos venidos a menos que ostentan en el traje gastado la traza de las repetidas limpiezas de las tintoreras y que viven una segunda vida en la Corte de los Milagros de cualquier ciudad. El traje del libro, su tapa, o la sobrecubierta si aún la conserva, ostenta también señales parecidas de gomas de borrar.

La Calle Corrientes de Buenos Aires es el Barrio Chino, el Mangue, o el viejo Paseo Colón de muchos libros que esperan su rescate. Cada uno de ellos tiene, independientemente de la historia de su creación y de su actual desamparo, su crónica gráfica tan digna de ser relatada en algunos casos, como del «Florilége des amours de Roward» que ilustró con espléndidas litografías Matisse y, en oportunidades, mucho más pintoresca.

Entre todas las personas que intervienen en la confección del libro, el que le imprime carácter definitivo es el maquetista, el artista gráfico, autor de su arquitectura y decoración.

El texto sigue, y nos cuenta su periplo como diseñador de libros en el contexto de ilusión y renovación que le tocó vivir entre el decó, vanguardia y expresionismo en la España republicana y el exilio en ese paraíso del libro que fue la Argentina de los años 40-50 del siglo XX. Pero hoy lo que nos importa es el formato. Pues si “el estilo es el hombre” como nos recordaría Victor Klemperer en su formidable LTI * el libro finalmente impreso, también es el texto.

Th. W. Adorno* lo explica elocuentemente en sus no poco erasmistas “Chifladuras bibliográficas”:

De que la forma exterior de lo impreso tiene su propia fuerza constituye un indicio el hecho de que autores de la máxima experiencia como Balzac y Karl Kraus se sintieran compelidos a hacer cambios profundos en las galeradas, hasta en la composición definitiva, e incluso a reescribir enteramente lo ya impreso. La culpa de ello no la tiene ni una negligencia en el manuscrito previo ni un perfeccionismo nimio. Sino que sólo en las letras impresas asumen los textos, realmente o en apariencia, esa objetividad que los hace desprenderse definitivamente de sus autores, y esto a su vez permite a éstos contemplarlos con una mirada ajena y descubrir defectos que se les ocultaban mientras todavía estaban a su tarea y sentían que los controlaban en lugar de reconocer hasta qué punto la calidad de un texto se manifiesta precisamente en el hecho de que es él el que controla al autor. Así por ejemplo, las proporciones entre las longitudes de trozos aislados, de un prólogo con lo que le sigue no son verdaderamente controlables antes de su impresión; los manuscritos mecanografiados, que consumen más páginas, confunden al autor haciéndole ver como muy alejado lo que está tan próximo que es una grosera repetición; en general tienden a dislocar las proporciones en favor de la comodidad del autor. Para quien es capaz de autorreflexión la impresión se convierte en una crítica de lo escrito: abre una vía del exterior al interior. A los editores habría por tanto que recomendarles indulgencia con las correcciones de los autores.

Como destacó Raúl Mario Rosarivo*, diseñador, tipógrafo, poeta, pintor, ilustrador, investigador y estudioso de la proporción aurea en la Biblia de Gutenberg y los libros renacentistas, la mancha tipográfica no es aleatoria. El oficio de impresor conoce unas pautas que fueron mejoradas durante siglos. Que fueron dotando de legibilidad al texto y que permiten leer con comodidad y jerarquizar la información. Todo lo que hoy bien hemos reaprendido acostumbrándonos al uso y versatilidad de los procesadores de texto.

Los tamaños apropiados a los géneros y disciplinas, la forma de los títulos, autorías, índices, la adecuación de la retícula, las proporciones, distribución y su diseño, los márgenes, las divisiones en partes, capítulos, el parágrafo, la puntuación y la nota (bien marginalia, bien a pie de página, a final de capítulo o de libro) se han ido desarrollando en paralelo, conformando también la lectura; la adecuación a ella y en ella del pensamiento académico y científico; como necesidad para presentar con claridad el contenido y las aportaciones.

La historia de la imprenta, la evolución de la mancha y posibilidades de caja, es a su vez la historia de lo que entendemos por escritura y por lectura. La de la literatura. Y más aún, es la historia de la construcción del estilo académico y científico. Pocos espacios habrá como las bibliotecas universitarias de fondo histórico donde se pueda percibir en un fácil recorrido cronológico por sus fondos esta evolución.

Gozen, pues, los lectores de

nuestros días y los que vinieren,

de bien tamaño como es

el arte de la emprenta,

y de los libros,

en su día.

*

Referencias:

* Seoane, Luís. (1957) “Breve crónica en relación conmigo y las artes gráficas”, en Segundo libro de tapas .- Buenos Aires: Bonino.

* Klemperer,Victor. (2014) LTI La Lengua del tercer Reich : Apuntes de un Filólogo .- Barcelona : Minúscula.

* Adorno, Th. W. (2003) “Chifladuras Bibliográficas” en Notas sobre literatura : Obra completa, 11 .- Madrid: AKAL.

* Rosarivo, Raul M. (1964) Historia general del libro impreso.- Buenos Aires: Ediciones Áureas.

* Diez, Manuel (1499) “Elogio del Arte de la imprenta”en Libro de albeytaria .- Zaragoza : Imp. De Jorge Coci, Leonardo Hutz y Lope Appentegger.